¿El genoma mínimo?
Un grupo de científicos de la Universidad de Valencia ha propuesto un repertorio genético mínimo para la vida. Es la conclusión de una investigación liderada por Andrés Moya -catedrático de genética y director del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva- y presentada a la comunidad científica en el último número de la revista de la Sociedad Americana de Microbiología. El objetivo del profesor Moya y otros cuatro investigadores es definir una lista de genes mínimos para que una célula bacteriana sea viable en un ambiente óptimo y para ello han comparado el genoma miniatura de seis especies de bacterias endosimbióticas de insectos y se han apoyado en otros trabajos existentes sobre microorganismos.
Las bacterias endosimbióticas llevan ya millones de años de evolución en el interior de los insectos estableciendo una relación metabólica muy íntima con el organismo huésped. La disponibilidad de nutrientes en el entorno de las bacterias ha hecho que sus genomas perdieran información y sufrieran una reducción en el número de genes muy drástica. Así, estas bacterias contienen los genomas celulares con menor contenido de genes que se conocen.
El grupo de genética evolutiva del Instituto Cavanilles afirma que sólo con 206 genes -frente a los 30.000 del ser humano- esta bacteria hipotética podría crecer y reproducirse si se le suministra todo un conjunto de nutrientes y si no hay agresiones y cambios bruscos en el entorno.
Fuentes de la investigación explican que investigaciones teóricas como esta contribuyen a la comprensión de cuáles son los requerimientos genéticos y bioquímicos necesarios y suficientes para la vida. Algunos grupos de investigación, como el dirigido por Craig Venter en los Estados Unidos, planean reunir todo este tipo de informaciones para avanzar hacia la fabricación de una célula artificial.
Enlaces relacionados
Web propia del grupo de genética evolutiva del Instituto Cavanilles.
Portal web de la Universidad de Valencia.
Sección dedicada al ADN dentro del sitio web de la Cátedra de divulgación científica de la Universidad de Valencia.
Portal de divulgación científica Tecnociencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
Las bacterias endosimbióticas llevan ya millones de años de evolución en el interior de los insectos estableciendo una relación metabólica muy íntima con el organismo huésped. La disponibilidad de nutrientes en el entorno de las bacterias ha hecho que sus genomas perdieran información y sufrieran una reducción en el número de genes muy drástica. Así, estas bacterias contienen los genomas celulares con menor contenido de genes que se conocen.
El grupo de genética evolutiva del Instituto Cavanilles afirma que sólo con 206 genes -frente a los 30.000 del ser humano- esta bacteria hipotética podría crecer y reproducirse si se le suministra todo un conjunto de nutrientes y si no hay agresiones y cambios bruscos en el entorno.
Fuentes de la investigación explican que investigaciones teóricas como esta contribuyen a la comprensión de cuáles son los requerimientos genéticos y bioquímicos necesarios y suficientes para la vida. Algunos grupos de investigación, como el dirigido por Craig Venter en los Estados Unidos, planean reunir todo este tipo de informaciones para avanzar hacia la fabricación de una célula artificial.
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Web propia del grupo de genética evolutiva del Instituto Cavanilles.
Portal web de la Universidad de Valencia.
Sección dedicada al ADN dentro del sitio web de la Cátedra de divulgación científica de la Universidad de Valencia.
Portal de divulgación científica Tecnociencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.
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fausto -